El designado presidencial, Salvador Nasralla, conocido por su oposición al gobierno actual, ha sido objeto de críticas recientemente tras revelarse una carta enviada en secreto al presidente electo argentino, Javier Milei.
En la misiva, Nasralla expresó su deseo de asistir a la toma de posesión de Milei acompañado de una comitiva de al menos 20 personas, incluyendo a su esposa Iroshka Elvir y varios líderes del bloque opositor como Tomás Zambrano, Maribel Espinoza y Marlon Lara.
A pesar de que el gobierno de Xiomara Castro desautorizó su asistencia, designando a Renato Florentino para representar oficialmente a Honduras en el evento, Nasralla insistió en que asistiría a título personal, en representación del pueblo hondureño y no del gobierno.
Sin embargo, en un cambio de postura, Nasralla anunció este día que no asistirá a la toma de posesión de Milei.
Nasralla afirmó que el gobierno hondureño ha obstaculizado su participación y que no desea provocar un conflicto diplomático.
«El gobierno de Honduras hizo todo lo posible para que yo no fuera y no quise provocar un conflicto a nivel de los ministerios de relaciones exteriores. Obviamente no puedo ir a ninguna toma de posesión si no voy como lo que soy, como el vicepresidente de la República», dijo Nasralla.
Este episodio ocurre en el contexto del fracaso del bloque opositor, que había mantenido una fuerte resistencia contra el partido gobernante, llevando al país a una crisis política y a la paralización de las sesiones del Congreso.
En un giro inesperado, los partidos Liberal y Nacional decidieron ceder y dialogar, especialmente en lo que respecta a la elección de los magistrados del Tribunal Superior de Cuentas (TSC).