El líder del Partido Liberal, Luis Zelaya, ha manifestado su oposición enérgica a la aspiración presidencial del designado presidencial, Salvador Nasralla, argumentando que podría establecer un precedente altamente problemático.
Zelaya planteó la preocupación de que si se permitiera la renuncia de un designado para luego inscribirse como candidato presidencial, ¿qué impediría entonces a un presidente en funciones renunciar meses antes y participar en un próximo proceso electoral?
En este sentido, Zelaya enfatizó la importancia de establecer límites claros a las ambiciones de poder. Advierte sobre el riesgo de abrir una puerta a prácticas que podrían socavar aún más la frágil institucionalidad y democracia del país.
Asimismo, Zelaya destacó la obligación moral y ética de quienes asesoran al designado presidencial de advertir sobre los posibles daños a la Constitución y a la democracia del país, en lugar de ser impulsados por ambiciones personales de poder.
Zelaya recordó su oposición pública y activa contra la reelección ilegal del expresidente JOH, y reafirmó su compromiso de enfrentar abiertamente esta nueva y potencialmente «peligrosa» aspiración presidencial del actual designado presidencial.
A continuación el mensaje íntegro de Luis Zelaya:
Los requisitos legales del designado son iguales a los de la presidencia. Si se acepta renuncia “al designado”, que luego se inscribe como candidato presidencial, ¿no podría entonces un presidente en funciones hacerlo meses antes y luego inscribirse a un próximo proceso electoral?
Por eso insisto, las ambiciones de poder deben tener un límite.
¿No estarán abriendo una puerta a futuro (no solo inmediato) usando un “tonto útil” que debilita aún más nuestra endeble institucionalidad y democracia, misma que supuestamente ellos llamándose oposición dicen querer defender?
¿Son conscientes de lo que esta decisión populista conlleva?
Cuando tomaron la decisión de unirse en alianzas bajo la figura de designado presidencial debieron ser responsables y entender lo que ello implicaba a futuro. Quienes asesoraron (mismos que ahora lo asesoran) al designado presidencial tenían y tienen la obligación moral y ética de hacérselo saber pues por una ambición particular de poder se están llevando de encuentro nuestra Constitución y débil democracia.
Me opuse abiertamente y en las calles en contra de la reelección ilegal de JOH, también lo haré abiertamente con esta ilegal y muy peligrosa pretendida aspiración presidencial del vigente designado presidencial.