Este 1 de diciembre, el Ministerio Público de Honduras presentó un requerimiento fiscal con orden de captura contra Daniel Atala Midence, acusado como autor intelectual del asesinato de la ambientalista Berta Cáceres.
Atala Midence, perteneciente a una de las familias más influyentes y adineradas de Honduras, ocupaba el cargo de gerente financiero en la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA), propiedad de la familia Atala Zablah.
DESA era la empresa encargada del proyecto Agua Zarca, contra el cual Cáceres y su organización, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), habían liderado protestas y campañas.
Esta acción representa un avance significativo en un caso que ha estado rodeado de controversia y alegaciones de impunidad. La primera condena relacionada con el asesinato de Cáceres se emitió en noviembre de 2018, involucrando a Sergio Ramón Rodríguez Orellana, gerente de DESA, y otros, incluyendo un grupo de sicarios.
Tras el anuncio del requerimiento fiscal, Olivia Zúniga Cáceres, hija de Berta Cáceres y actual embajadora de Honduras en Cuba, expresó su profunda emoción tras una larga espera por justicia.
«La garganta se me ha cerrado. Las palabras no encuentran cómo salir, son demasiadas y se transforman en lágrimas que explotan como un río embravecido, represado y liberado.El camino ha sido demasiado largo. Mamá, que tu espíritu impida que puedan esconderse», manifestó Zúñiga Cáceres.
Berta Zúñiga Cáceres, también hija de Berta y coordinadora del COPINH, enfatizó la importancia de este paso legal y exigió al Ministerio Público actuar con firmeza en la causa, señalando a Daniel Atala como parte de la estructura criminal responsable del asesinato de su madre.
«Este requerimiento solo es un desafío al Ministerio Público, que debe propiciar la condena a Daniel Atala por ser parte de la estructura criminal que arrebató violentamente la vida de mi madre y compañera Berta Cáceres. ¡Exigimos al Ministerio Público actuar a la altura de esta causa!», expresó.
El caso de Berta Cáceres, una destacada ambientalista y defensora de los derechos indígenas en Honduras, ha sido un tema de gran importancia y controversia tanto a nivel nacional como internacional.
Cáceres fue asesinada el 3 de marzo de 2016, un crimen que conmocionó a la comunidad internacional y puso de manifiesto la situación de los defensores ambientales en América Latina.
Berta Cáceres era cofundadora y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y una figura clave en la lucha contra la construcción de la represa hidroeléctrica Agua Zarca en el río Gualcarque, un proyecto que afectaba a la comunidad indígena Lenca.
Su activismo la llevó a ser reconocida internacionalmente, incluyendo la recepción del Premio Medioambiental Goldman en 2015.