El líder del Partido Salvador de Honduras (PSH), Salvador Nasralla, ha sido objeto de intensas críticas en las redes sociales por sus recientes declaraciones, consideradas desafortunadas.
Nasralla realizó comentarios sobre el ministro de seguridad, Gustavo Sánchez, en el contexto de una protesta organizada junto al Partido Nacional, institución política con antecedentes escandalosos de corrupción.
Nasralla se refirió al ministro Sánchez de manera despectiva, identificándolo como «el hijo del conductor de Mel Zelaya», sugiriendo un conflicto de intereses en el desempeño de sus funciones.
«Yo sé que él es el hijo del chofer de Mel Zelaya por más de 20 años, pero olvídese de su papá y de los favores que Mel Zelaya le haya hecho durante más de 20 años conduciéndole su vehículo», afirmó Nasralla.
La respuesta de Sánchez a estas acusaciones fue contundente y emotiva. El ministro desmintió las afirmaciones de Nasralla, aclarando que su padre, un policía fallecido en 2010, nunca trabajó con el presidente Zelaya. Además, Sánchez subrayó su compromiso profesional de proteger a todos los participantes en la marcha, incluido Nasralla.
«No contesto ofensas, pero ingeniero Nasralla, sepa que mi papá falleció el 16/01/2010. Era policía y nunca trabajó con el Presidente Zelaya. Verifique la información que le dan sus asesores. Mañana, como profesional que soy, cumpliré con mi deber de protegerlo a usted y a quienes marchan»
Ministro de seguridad Gustavo Sánchez
La publicación de Sánchez en redes sociales, que incluyó fotografías visitando la tumba de su padre y agradeciéndole por su inspiración en la carrera policial, resonó profundamente en la opinión pública. Este gesto incrementó las críticas hacia Nasralla, señalándolo por su insensibilidad y falta de respeto.
Este incidente se suma a una serie de controversias previas protagonizadas por Nasralla, destacando un patrón de comportamientos cuestionables y falta de verificación en sus declaraciones.
