La diputada del PSH, Maribel Espinoza, ha sido desmentida y evidenciada públicamente por parte de la Gerencia General del Congreso Nacional.
Espinoza afirmó que se le impidió el acceso a las oficinas y la cafetería del Congreso, insinuando la instalación de un «estado policial» por parte del Presidente de ese poder del Estado.
Sin embargo, la Gerencia del Congreso no tardó en responder, desmintiendo categóricamente las acusaciones de Espinoza y presentando pruebas en forma de videos de vigilancia que muestran a la diputada moviéndose con total libertad por el edificio.
En dichas grabaciones, se puede observar claramente que no se le impidió el acceso a ninguna área, contradiciendo sus afirmaciones.
Este no es un incidente aislado; en el pasado, Espinoza ya había denunciado supuestos abusos en el Congreso. Estos patrones repetitivos han llevado a muchos a cuestionar si se trata de una estrategia política para captar la atención de los medios y manipular a la opinión pública.