El exministro y actual rector de la Universidad José Cecilio del Valle (UJCV), Julio Raudales, ha dejado al descubierto un secreto que durante años fue susurrado en los corredores del poder.
Este destacado economista y analista, quien anteriormente ocupó el cargo de ministro de la Secretaría de Planificación y Desarrollo bajo el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, ha confirmado lo que muchos sospechaban: los cheques entregados generosamente por Taiwán eran utilizados discrecionalmente por el presidente.
«El chequecito que nos daban los taiwaneses, se lo llevaba el presidente toda la vida…y el presidente de turno, como sucedía antes y continuó sucediendo después de ese gobierno, usaba el cheque casi de manera discrecional» , afirmó Raudales.
«Lo usaban para cualquier cosa, podían comprar un Mercedes Benz para la primera dama o podían usarlo para mejorar las escuelas, siempre lo utilizaban de manera discrecional, como les daba la gana, y los taiwaneses no pedían cuentas» , agregó.
En un relato impactante, el exfuncionario reveló que en una ocasión el embajador de Taiwán le entregó personalmente el cheque durante una reunión en la que también estaba presente el presidente. En un acto cuestionable, el diplomático le pidió a Lobo que mencionara a Taiwán en su discurso ante la Asamblea General de la ONU como una especie de «contraprestación» por la cooperación financiera recibida.
«Entonces a mí ese tipo de cooperación me parecía una relación nada honesta» , destacó Raudales con indignación, dejando al descubierto las sombras de ese acuerdo.
Además, el rector de la UJCV elogió el acierto de la actual presidenta Xiomara Castro al establecer relaciones diplomáticas con China, lo que marca un giro significativo en la política exterior de Honduras.
Las revelaciones explosivas de Julio Raudales fueron respaldadas por el político liberal Luis Zelaya, quien afirmó que Taiwán también otorgaba ayudas discrecionales al canciller en turno de Honduras.
Este escándalo financiero y diplomático pone en tela de juicio la integridad de los gobiernos pasados y subraya la necesidad de una mayor transparencia en las relaciones internacionales. Los ciudadanos hondureños demandan respuestas y una rendición de cuentas adecuada, mientras esperan que estos eventos pasados no se repitan en el futuro.