La dirigencia campesina ha expresado su descontento con las acciones recientes de Gabriela Castellanos, la directora del Consejo Nacional Anticorrupción.
Castellanos presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el nombramiento del fiscal general del Ministerio Público, Johel Zelaya, una medida que ha encontrado una considerable oposición en sectores de la población hondureña.
La comunidad en general ha observado con aprobación las acciones del nuevo fiscal, quien han comenzado a reactivar casos previamente archivados y presentar requerimientos fiscales contra involucrados en actos de corrupción cometidos en el gobierno anterior.
En este contexto, la intervención de Castellanos ha sido vista como un obstáculo a estos esfuerzos de transparencia y justicia.
En una manifestación reciente en Tegucigalpa, un líder campesino articuló un duro mensaje hacia la directora del CNA, el cual ganó atención en las redes sociales y en los medios de comunicación.
El dirigente campesino expresó su desacuerdo con la actuación de Gabriela Castellanos, señalando que ella permaneció silenciosa durante el gobierno de Juan Orlando Hernández, percibida como una dictadura, y ahora parece oponerse al gobierno actual.
Asimismo, acusó a Castellanos de ser un «títere de los grupos de poder», alegando que sus acciones están motivadas por intereses monetarios y no por el bienestar del pueblo hondureño.
«Ahora quiere ser la heroína, pero todo el pueblo sabe quién es ella, ella es una acomodada a los grupos de poder, a ella no le interesa el pueblo, a ella le interesa el dinero», dijo el dirigente.
«Ella se acomoda a lo que le dice el patrón. El pueblo hondureño está claro que Gabriela es un títere de los grupos de poder. Su patrón es el dinero, ese es el viento que la mueve, para donde va el dinero, para ahí va ella», afirmó.